lunes, 19 de diciembre de 2011

La Unión Patriótica en la voz de sus sobrevivientes

 


La Unión Patriótica en la voz de sus sobrevivientes

Roberto Romero habla en su oficina del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Romero se internó juiciosamente en los archivos del semanario Voz, que nació del tradicional periódico del Partido Comunista Voz Proletaria, para lograr su propósito: el libro ‘Unión Patriótica Expedientes contra el olvido’. Un valioso documento que empieza con una escabrosa lista de asesinados y desaparecidos de la Unión Patriótica (UP), entre 1984 y 1997, continúa con las semblanzas de algunas víctimas y concluye con las reflexiones y testimonios de los líderes que sobrevivieron al aniquilamiento sistemático al que fue sometido el partido.
Una historia dramática que empezó en 1984, cuando se firmó el Acuerdo de paz de La Uribe entre el gobierno de Belisario Betancur y las Farc. Se pactó un cese al fuego y de hostilidades y se planteó la necesidad de crear un movimiento político producto del acuerdo. Nació entonces la Unión Patriótica. El Gobierno Betancur se comprometió a ampliar la democracia, con la elección popular de alcaldes y gobernadores y el estatuto para la oposición y el impulso de una reforma agraria. La UP se expresó en las urnas. En las elecciones legislativas y regionales fueron elegidos 24 diputados departamentales, 275 concejales, cuatro representantes a la Cámara y tres senadores, dos de los cuales venían del monte: Iván Márquez y Braulio Herrera.
Con su crecimiento electoral llegó la sangre. En el primer aniversario del partido fueron asesinados 300 militantes. Y las divisiones tampoco tardaron en llegar. Por un lado estaban los comandantes guerrilleros como Jacobo Arenas que reconocían a la UP como parte del plan de guerra y los más moderados los ‘perestroikas’ –en alusión a la Perestroika rusa liderada por Mijail Gorbachov– , quienes condenaban la combinación de todas las formas de lucha. En esa orilla estuvo Bernardo Jaramillo, quien sucedió en la candidatura presidencial a Jaime Pardo Leal, asesinado por los paramilitares el 11 de octubre de 1987. Tal fue la división que incluso en las Farc se habló de traición y Consejo de Guerra y algunos miembros de la dirección de la UP tuvieron que salir del país por temor a las represalias del movimiento guerrillero.
Aída Abella, el 8 de marzo de 1992, el día de las elecciones en donde resultó electa para el Concejo de Bogotá por las listas de la UP. (Foto Lara, Voz).
Las cifras de muertes siguieron en aumento. Dos décadas de ejercicio político de militantes de la UP produjeron más de tres mil muertes. En 1994, las autodefensas asesinaron al último representante de la UP en el congreso de la República, el senador Manuel José Cepeda. Una muerte que el Gobierno reconoció y por la que pidió perdón este año en una sesión solemne del Congreso. El fin jurídico del partido sólo llegó en el 2003, cuando el Consejo Nacional Electoral le quitó la personería jurídica al movimiento, que tras este recuento de asesinatos y persecución no logró sino 50 mil votos en las elecciones de 2002.
El libro de Romero reconstruye una historia contada por los sobrevivientes, muchos de los cuales forman parte del Polo Democrático Alternativo. Una de ellas fue Clara López Obregón, la alcaldesa designada de Bogotá, quien en 1987 fue candidata a la Alcaldía por una coalición democrática, integrada por el Nuevo Liberalismo Independiente, A Luchar, Frente Popular y la UP. Así recuerda esos azarosos días:
“La gloriosa Unión Patriótica” según Clara López.
El 13 de marzo de 1988, en una de las calles del barrio Nuevo Chile, la entonces candidata a la alcaldía de Bogotá por la coalición democrática, integrada por el Nuevo Liberalismo Independiente, A Luchar, Frente Popular y UP, Clara López Obregón, y el presidente del movimiento Bernardo Jaramillo. (Foto Lara, Voz).
No se me escapa la coincidencia. Hace 23 años participaba como candidata de una coalición de izquierdas liderada por la UP en la primera elección popular de alcaldes en 1988. En ese entonces, arreciaba la guerra sucia y el exterminio físico de la Unión Patriótica. Fue Jaime Pardo Leal quien primero me planteó la candidatura, no para ganar las elecciones sino para utilizarlas de tribuna de denuncia del genocidio en pleno desarrollo.
Todavía siento el escalofrío que invadió mi cuerpo cuando saliendo del Palacio de San Francisco, donde yacía en cámara ardiente el cuerpo de Teófilo Forero, me despedí de Patricia Ariza diciendo, “Nos vemos en el próximo entierro”. La magnitud de lo dicho, la impotencia frente a la inevitabilidad de muchos atentados y homicidios por venir y la indolencia generalizada de una opinión nacional que negaba lo que estaba sucediendo, todo eso y más, se resumía en una frase inconscientemente pronunciada que todavía me conmociona.
Los féretros de seis campesinos de la región de El castillo, Meta, pertenecientes a la UP, asesinados en septiembre de 1988. (Foto Pabloé, Voz).
¿Cómo pudo toda una sociedad vivir semejante holocausto sin aceptar siquiera que estaba sucediendo? A la salida de mi casa, sobre la Circunvalar, colocaban toda clase de grafitos amenazantes. La campaña la hicimos con Bernardo Jaramillo, pues Jaime Pardo no sobrevivió para inscribir mi candidatura. A la gente le daba miedo recibir la papeleta –todavía no se había implementado el tarjetón– y los restaurantes se desocupaban cuando entrábamos con Carlos Romero a comer algo.
César Gaviria, por esa época ministro de Gobierno, había mostrado en el Senado un mapa con la presencia de unos 30 o 40 grupos paramilitares. A ese mapa le sobrepuse los resultados electorales de la UP en las elecciones presidenciales anteriores, en las cuales sacó una votación inesperadamente alta y lo presenté como ponencia a un foro de candidatos convocado por la Presidencia de la República. Era el mismo mapa, pero no recibió la atención debida. Justo antes de las elecciones de ese año, se iniciaron las masacres en las haciendas La Negra y Honduras en el Urabá Antioqueño. Ya no iban sólo contra los dirigentes sino también contra los votantes. El mensaje era claro. Les siguió Segovia y tantas, tantas más.
Así, en medio de un río de sangre se desvaneció la promesa de la UP que surgió como un ensayo de incorporar a la insurgencia armada a la vida civil y pacífica. A manera de avanzada en medio de esa tregua fallida durante el Gobierno de Belisario Betancur, varios dirigentes guerrilleros se incorporaron a la vida civil y se presentaron como candidatos a las corporaciones públicas logrando un éxito inocultable. En menos de un quinquenio, la situación política del país creó expectativas esperanzadoras que fueron frustradas e interrumpidas por la presencia activa del crimen organizado con ramificaciones ya al descubierto en autoridades civiles y militares, que contribuyeron a planificar y ejecutar uno de los crímenes continuados más horrorosos y vergonzosos de la historia colombiana.
Angelino Garzón, vicepresidente de la UP, durante un recorrido por los barrios de Bogotá durante la jornada electoral del 11 de marzo de 1990, levanta la mano del candidato presidencial de la UP, Bernardo Jaramillo, quien saldría electo al Senado. A su izquierda el dirigente de la UP, Oscar González. (Foto Lara, Voz)
Los lamentos por la liquidación a sangre y fuego de la Unión Patriótica apenas si se registran en la opinión pública, cuando cualquier propósito de paz tendría que pasar por rendirle culto a la UP por el holocausto de toda una generación de líderes solo comparable con los pogromos dirigidos contra los judíos. Quedan todavía muchos interrogantes sobre este asesinato masivo. ¿Cuál es la responsabilidad del Estado? ¿Cuáles los hilos de financiación de los paramilitares? ¿Quiénes fueron los individuos que orquestaron esa alianza non sancta de narcotraficantes, ganaderos, políticos e integrantes de la fuerza pública que llevó a cabo el exterminio? ¿Quiénes son los autores intelectuales?
La violencia política ha sido una constante en la historia del país. Así lo demuestran la masacre de las Bananeras, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, la primera Violencia, así con mayúscula, la muerte de Guadalupe Salcedo y el exterminio de la Unión Patriótica.
La “Mano Negra” de todos los tiempos ha estado presente, aunque muchos tratan de invisibilizarla. Pero de todos los crímenes que se han perpetrado contra los dirigentes y organizaciones políticas de avanzada, la de mayores consecuencias ha sido el que se cometió contra la UP, que no sólo era un proyecto político nuevo, sino una propuesta de paz, una propuesta de reconciliación nacional, una propuesta de democratización del país.
El esclarecimiento y la solución de los interrogantes planteados son el presupuesto básico para cualquier proyecto de paz y de reconciliación nacional. No es posible reconciliarnos en medio de la impunidad. Para que Colombia se incorpore al proceso de democratización y cambio social que vive América Latina, se requiere recorrer el camino de la búsqueda y aceptación de la verdad. Ese es el objetivo del Centro Memoria, Paz y Reconciliación que ha impulsado este documento histórico, Unión Patriótica Expedientes contra el olvido, como aporte a la necesaria reparación de las víctimas. Es nuestro deber vencer la impunidad como presupuesto para construir nuevos caminos de paz y reconciliación.
Operación Golpe de Gracia
Aída Abella, la mujer que en junio de 2011 en la Escuela de Ingenieros de Metz gritaba airada por la presencia del ex presidente Álvaro Uribe, a tal punto que logró junto a una veintena de personas que el ex mandatario renunciara a la cátedra que dictaba. Abella, la misma quien en 1992 salió electa con una de las votaciones más altas de la izquierda al Consejo de Bogotá por las listas de la UP y luego se marchó al exilio tras un grave atentado, el 7 de mayo de 1996, cuando sicarios intentaron lanzar un rocket contra el carro en el que se movilizaba. Aida Abella, la sindicalista aguerrida, que habló en una entrevista con Roberto Romero, publicada en el libro Unión Patriótica Expedientes contra el olvido, sobre una operación dirigida contra los dirigentes de esta colectividad en los años noventa de la que se conocen pocos detalles: La Operación Golpe de Gracia.
“A mediados de 1993 un anónimo llegó a la sede de la UP sobre la Operación Golpe de Gracia. En una hoja escrita a máquina, alguien nos hacía conocer que la cúpula militar de la época, con nombres y apellidos, se había reunido, para discutir dos opciones: si se abrían procesos judiciales amañados para llevar a la dirigencia de la UP a la cárcel o si seguían con el plan de exterminio contra la dirección nacional y los comandos departamentales. Primó la segunda. Por eso preparamos una carta a las organizaciones de Derechos Humanos del mundo transcribiendo la grave amenaza que pesaba sobre todos nosotros. Salí y en la sede del Partido Comunista me encontré con Miller Chacón, el secretario nacional de organización del Partido Comunista Colombiano, que había reemplazado a Teófilo Forero, asesinado junto con su esposa y dos dirigentes más el 27 de febrero de 1989 en Bogotá.
Demostración de un grupo de sobrevivientes de la UP, organizada por la Corporación Reiniciar el 12 de octubre de 2010 en Bogotá en el  Día Nacional de las Víctimas del genocidio contra la UP. (Foto Betty Monzón, Reiniciar)
Le entregué el anónimo y lo leyó con cuidado. Era un hombre muy tranquilo y expresó sin rodeos: “Nos van a matar a todos”. Ese fin de semana se reunió la dirección del Partido para tomar las medidas de protección. Miller, un estudioso de la política, el deseaba poner a todo el mundo a salvo, fue el primero en caer víctima de este plan, el 25 de noviembre de 1993, en una calle al sur de Bogotá. Luego vendría el asesinato de Manuel Cepeda, casi nueve meses después, el 9 de agosto de 1994. Habíamos visitado varias veces al flamante ministro de Defensa del presidente César Gaviria, Rafael Pardo Rueda, para denunciar estos planes. En su despacho estuvimos con Álvaro Vásquez, Manuel Cepeda y Hernán Motta, entre otros. Jamás se inmutó ante las graves denuncias, parecía que los muros del despacho eran más susceptibles a lo que decíamos. Su frase preferida, al menos en nuestras reuniones, era “no les creo, pruebas, pruebas”.
Siempre me impresionó que ni siquiera nos mirara. Sus ojos permanecían clavados en la mesa y con un bolígrafo en la mano. Esa frialdad y deshumanización ante hechos tan serios me llevaron a reconfirmar que todo estaba calculado. El establecimiento estaba advertido, desde los primeros asesinatos, que las fuerzas militares se encontraban seriamente implicadas”.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Saludo de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra al 14 Congreso de la Juventud Comunista Colombiana.

Saudação ao congresso da JUCO - Juventude Comunista Avançando (Brasil)

Saudação ao congresso da JUCO



Estimados camaradas da Juventude Comunista Colombiana,

A Juventude Comunista Avançando (Brasil) vem saudar a todos os participantes do 14º Congresso Nacional da Juventude Comunista Colombiana e agradecer o convite que essa honrosa Juventude estendeu à nós. Infelizmente não tivemos condições de nos fazermos presentes neste Congresso tão importante, não só para os jovens comunistas da Colômbia, mas também para todos os jovens comunistas do mundo.

Falamos isso com toda segurança, entendendo que o atual governo da Colômbia têm cumprido um papel importante internacionalmente na manutenção e defesa do imperialismo estadounidense. No contexto de crise estrutural do capital quando as ofensivas sofridas pelo povo aumentam a cada dia a resistência dos comunistas se faz muito necessária, debater os rumos da organização dos jovens e de seu povo é um ato revolucionário.

Somos absolutamente solidarios com a luta que os comunistas e o povo colombiano vêm calcando no seu país contra os ataques do sistema do capital.

Declaramos nosso total apoio a luta da Juventude e do povo colombiano e nosso grande respeito pela coragem e disposição para lutar diante de toda a repressão e autoritarismo sofridos diariamente. O papel das Juventudes Comunistas repousa na sua disposição para a luta, sua esperança no futuro, sua dedicação para os estudos e sua atuação prática revolucionária.

Desejamos de todo nosso fervor revolucionário um exitoso Congresso da JUCO!
Estamos juntos, em defesa de uma sociedade futura e emancipada!
Pela libertação dos povos tão aguerridos de nossa América Latina!

porque vocês som jovens comunistas, criadores da sociedade perfeita, seres humanos destinados a viver num mundo novo de onde terá desaparecido de vez todo o caduco, todo o velho, todo o que representar a sociedade cujas bases acabam de ser destruídas
(E. Che Guevara) “O que deve ser um joven comunista?”


Dezembro, 2011.
Direção Nacional

jueves, 3 de marzo de 2011

CONTRAVÍA: "Brutalidad Policial" - Casos Esmad

CONTRAVÍA: "Brutalidad Policial" - Casos Esmad

CONTRAVÍA acompañó en una manifestación contra la "brutalidad policial"a Yuri Neira, quien se mantiene en su lucha contra la impunidad 2227 días después de la muerte de su hijo, Nicolás Neira, a manos de miembros del Escuadrón Móvil Anti-Disturbios (ESMAD).

Reconstruyendo algunos casos de violencia en los que se han visto envueltos efectivos de este grupo de la Policía Nacional, CONTRAVÍA logró establecer que no existen registros oficiales, ni sanciones contra oficiales que hayan incurrido en violaciones a los Derechos Humanos.

En esta ocasión, son los jóvenes los que le demuestran a la sociedad que en la violencia no está la solución a los conflictos sociales. Más bien, a través del arte y la protesta pacífica, luchan contra el olvido y la impunidad.

lunes, 21 de febrero de 2011

Declaración de la JUCO: Al amparo de los toques de queda crece la brutalidad policial

juco
Las políticas de estigmatización hacia los jóvenes vienen generando todo un ambiente propicio para el incremento de las violaciones de las libertades y la integralidad personal de la población joven en todo el país.
Las normas de cuartel que vienen imponiendo las autoridades distritales y locales con la excusa del aumento del consumo de sustancias psicoactivas asociado al crecimiento de la delincuencia juvenil, no están atacando el verdadero problema social, pero sí están afectando directamente los derechos fundamentales de los menores tales como la dignidad humana, la libre locomoción y la integridad física y moral.
Es aberrante el caso de la estación de policía de la localidad Uribe – Uribe en Bogotá, en donde dos menores de 14 años fueron retenidos por violar el toque de queda y luego trasladados a este lugar, donde fueron encadenados a una reja, rociados con gasolina y prendidos en llamas simplemente por negarse a aceptar la acusación de ser “ladrones”.
¿Por qué los menores no fueron trasladados a una comisaría de familia como lo ordena el código del menor y en lugar de eso se los llevaron a una estación de policía? ¿Por qué lo jóvenes fueron obligados mediante tortura a aceptar cargos por hurto? ¿No es esto otro intento de falso positivo?
La Juventud Comunista Colombiana JUCO, rechaza rotundamente los actos criminales de la fuerza pública contra los menores de edad y los jóvenes en general. Al mismo tiempo exigimos de las autoridades civiles y penales todas las acciones jurídicas pertinentes a fin de castigar a los directamente involucrados y la debida reparación de las víctimas.
Exhortamos a todas las expresiones juveniles del antimilitarismo y el antifascismo a retomar las iniciativas de coordinación y movilización contra la brutalidad policial, por el desmonte del ESMAD, el fin de la estigmatización y los decretos de toques de queda.
Por los derechos de la juventud colombiana, Unidad, organización y lucha!
Comité Ejecutivo Central

jueves, 17 de febrero de 2011

CAMPAÑA BURLATE DE EL ESMAD

CAMPAÑA POR EL DESMONTE DE EL ESMAD

JOVENES OBJETORES POR CONCIENCIA.


“En Colombia se habla de objeción de conciencia al servicio militar obligatorio desde el año 1929, pero fue solo a partir del reconocimiento de la libertad de conciencia en 1991 que el país empieza a concebir la objeción de conciencia como una posible realidad“.
La exigencia por la implementación de este derecho ha sido fuertemente impulsado por organizaciones  secundaristas y universitarias, por colectivos de objetores por conciencia  y contamos hoy, con el apoyo de la senadora del POLO y militante comunista Gloria Inés Ramírez  promoviendo el proyecto de ley 102  el cual se fundamenta en la abolir la acción de un servicio militar obligatorio por un servicio social opcional o sustituto, en el cual se respeten las creencias, tradiciones, ideologías, limitaciones físicas etc.
Los jóvenes reconocemos que en el estado actual de militarización y guerra en el que vivimos,
es importante tener claro que hacer parte del régimen militar no solucionará el conflicto interno. No podemos permitir que el modelo capitalista que se reproduce en nuestras vidas siga marginándonos día a día, y  dimensionemos el servicio militar obligatorio como una ayuda económica que nos obliga a enlistarnos en contra de nuestra voluntad.
 Así pues, los jóvenes ya decidimos que ni merecemos ni debemos participar en esta guerra absurda, nosotros soñamos con una sociedad distinta que no nos obligue a utilizar las armas como única justificación a nuestros problemas, utilizando una salida políticamente negociada donde se respete nuestra autonomía y dignidad como jóvenes, niños y adultos objetores.

COMPAÑERA NORMA PATRICIA GALEANO

¡Cómo pasa el tiempo! Hace 16 años fue asesinada por un franco tirador, al parecer integrante del ejército nacional, la estudiante de octavo semestre de sociales de la universidad del Tolima y militante de la Juventud Comunista, Norma Patricia Galeano. Con apenas 23 años y un mundo venturoso por delante, fue cegada su vida por la política terrorista de Estado que impone el régimen capitalista a sangre y fuego en el marco trágico de la represión y la antidemocracia.
Su lucha, sus ideales y convicciones ideológicas y políticas siguen latentes en el corazón fresco de la juventud, en los comunistas y en los demócratas que pensamos que su sacrificio no  fue estéril, se ha convertido en semillero de nuevos hombres y mujeres que hoy luchan en diversos escenarios por esos mismos ideales y principios revolucionarios, tal el Polo Democrático Alternativo, que siendo un movimiento de izquierda lucha por la unidad del pueblo, la defensa de la soberanía nacional, la salida política al grave conflicto social y armado que vive la nación hace más de 50 años, pero también lucha contra el Tratado de Libre Comercio, TLC, contra la instalación de las nueve y más bases de Estados Unidos en nuestro país, contra la burda explotación del hombre por el hombre, contra la privatización de la salud, la educación pública y contra el cerril latifundismo.
El trágico hecho sucedió el siete de septiembre de 1994, cuando la protesta de los estudiantes condenaba el magnicidio del senador comunista y director de VOZ La verdad del pueblo, Manuel Cepeda Vargas, solicitaba rebaja al alto costo de las matrículas y condenaba las políticas antipopulares del gobierno nacional. El ejército nacional invadió el campus universitario disparando ráfagas de ametralladora al aire deshojando árboles y sembrando terror. Una bala, quizás fríamente calculada se incrustó a la altura del pecho de la joven estudiante, la insigne camarada y compañera de toda una generación de soñadores con el Socialismo y la justicia social en Colombia.
Un crimen más de Estado que reposa en la cruel impunidad. Crimen que clama justicia, unidad popular y acción de masas. Crimen que no puede quedar en el olvido, ni en la indiferencia de los estudiantes y los jóvenes, crimen que nos llama a triplicar la lucha por la defensa de la educación pública, democratización del alma Mater, calidad y amplitud para que el ingreso a la educación superior no siga siendo un privilegio de unos cuantos. Lucha para que no se siga estigmatizando a la juventud, lucha para que haya empleo digno, presupuesto para la investigación y la ciencia.
Juan Camilo Franco Perdomo escribió un artículo intitulado “Solo se da una Opinión”, el lunes 17 de septiembre de 2007, en el cual destaca con preocupación el desconocimiento de los estudiantes de los hechos que llevaron a la muerte a la camarada Norma Patricia Galeano. Es como decir “la peste del olvido”, que nos habla con fluidez Gabrien García Márquez en “Cien Años de Soledad”, cuando había que colocarle nombre a todo, precisamente para no olvidarlo. Dice: “La gran mayoría de los estudiantes de la universidad, desconocían los hechos que llevaron a la muerte de Norma Patricia Galeano”.
Por su parte, Libardo Vargas Celemín, profesor asociado de la facultad de educación de la universidad del Tolima, escribió el nueve de septiembre de 2009, una bella crónica titulada: “Llanto por Norma Patricia Galeano”, en la cual relata minuto a minuto los hechos que desembocaron en el asesinato de la camarada y tres estudiantes más heridos por obra y gracia de las fuerzas militares. Además, algunos rasgos de su rica y aplomada personalidad.
Acápites son los siguientes: “Norma Patricia Galeano, octavo semestre de sociales, matrícula de honor, amante de la trova cubana y la salsa, investigadora sobre la violencia en los archivos judiciales del Tolima, monitora del Museo Antropológico, próxima a graduarse, coleccionista de sonrisas y caracolas. Norma Patricia Galeano, luchadora incansable, asistente a cuanta conferencia se programaba en la Universidad del Tolima, UT. Norma Patricia risueña y alegre lleva en sus brazos piedras y residuos de construcción como los únicos pertrechos para derrotar la fuerza de cuarenta cazadores camuflados, nerviosos, azarados, deseando no estar allí, pero de repente sienten que las piedras caen sobre sus cuerpos y el sargento se asusta, se siente atrapado y da la orden. “Disparen al aire, sólo al aire” y aquella tarde de septiembre las ráfagas mutilan árboles, ensordecen, enrarecen el ambiente y los estudiantes se repliegan hasta el muro de los lamentos. Nada pueden las consignas contra el plomo arrasador”…
“Norma Patricia Galeano, 23 años vividos intensamente, lectora de Neruda y de Borges, primeros puestos en sus estudios  desde el preescolar, próxima a graduarse y optimista de alcanzar una beca para un postgrado. Norma Patricia la luchadora animaba a sus compañeros para que no desmayaran y devolviera a la fuerza invasora, por momentos se lograba, pero al frente el pelotón  se reacomodaba y venía de nuevo el avance”…
“Y Norma Patricia Galeano con sus 23 años de sonrisas, de alegrías, de entusiasmo y rigor en el estudio, avanzaba con su carga de piedras y guijarros. Una mirada de cazador la había seguido en busca del mejor perfil, como en el poema de Lorca: “Ya luchan la paloma y el leopardo”. Y surge la bala asesina de entre la horda de bárbaros. Norma Patricia Galeano se dobla sobre sus piernas, suelta los últimos pedruscos y su voz alcanza a comprender la magnitud de la tragedia: “Me dieron, me mataron”, y el dolor físico se transforma en un rictus, los labios se entreabren para dibujar esa sonrisa  de rabia y coraje que la acompañará hasta el hospital, donde la recibimos minutos después con la esperanza de revivirla. La espera es breve, el médico abre la pequeña puerta con las manos ensangrentadas y susurra un “No hay nada que hacer, ya está muerta”…
“Eran las siete, las siete en punto de la noche. Y sobre el mesón de la morgue veo su rostro, acompaño a sus familiares, todavía sonríe, sonríe con rabia, con coraje, con la esperanza de que su sacrificio no se extinga y su memoria pueda derrotar el olvido. Eran las siete de la noche. Lo demás, como en el poema de Lorca, lo demás era muerte y solo muerte”

LA UNIVERSIDAD, EL BALUARTE DE LUCHA DE LA JUCO PARA LA CONSTRUCCION DE UNA PATRIA NUEVA


La complejidad del mundo académico, la dinámica universitaria y lo particular de la cotidianidad del estudiante, hacen de la Universidad un escenario con múltiples  matices, que demarcan la materialización de distintas expresiones que responden a diversas líneas de pensamiento.

Entendiendo el papel transformador que deben cumplir las instituciones educativas como entes generadores de conocimiento, aparece el estudiante como gestor de acciones de cambio a través de los distintos procesos e iniciativas promovidas por las organizaciones gremiales, políticas y estudiantes independientes que hacen parte del movimiento estudiantil. Este último se ha convertido en el promotor de luchas históricas que han roto paradigmas, transformando nuestra realidad dando esperanzas de construir el país que queremos.

En un contexto como el colombiano, donde día a día los antagonismos y contradicciones entre la clase que detenta el poder y las mayorías oprimidas se recrudecen, donde hay pocas oportunidades de acceso a la tierra, la riqueza, el conocimiento y la tecnología, es la universidad el fiel reflejo de la reproducción de esta política que cercena la posibilidad desde la academia de formar hombres y mujeres libres que se piensen un nuevo país.

La Juventud Comunista Colombiana, cree fehacientemente en el papel transformador de las y los jóvenes universitarios de Colombia, quienes luchamos día a día por la defensa de la educación publica, por la autonomía y democracia en la universidad, por un verdadero bienestar estudiantil, por condiciones laborales dignas de las y los docentes, por el ejercicio libre del derecho a agremiarce y acceder al espacio publico a protestar, por la preservación de la vida y los derechos humanos a quienes ejercemos la oposición en Colombia, por la solución política y negociada al conflicto social y armado.

Esta es nuestra apuesta como revolucionarios, donde no hay posibilidad alguna de claudicar teniendo como meta final el triunfo de las  mayorías detentando el poder, esta lucha abnegada motivada por los mas nobles sentimientos de amor al pueblo son el motor de nuestro actuar, generando conciencia para que la universidad trascienda sus paredes y retome la función que la historia le ha destacado.


Qué la universidad se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores, que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo ….”  Che Guevara.

lunes, 14 de febrero de 2011

II ENCUENTRO DE LOS JOVENES DEL FORO DE SAO PABLO


    

Unidad juvenil,  por la paz, la democracia y contra el imperialismo.

Jóvenes de unas 50 organizaciones, movimientos y partidos políticos progresistas de la región se concentraron el día 18 de agosto, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina donde celebraron el II Encuentro del Foro de São Paulo que tuvo como sede la Universidad de Las Madres de Plaza de Mayo. La actividad se realizó en el marco en el XVI Encuentro del Foro de São Paulo que sesionó durante los días del 17 al 20 de agosto, también en Buenos Aires.
El II Encuentro de los Jóvenes del Foro de Sao Paulo, se constituye en un espacio importante para debatir, actualizar y unificar esfuerzos y propósitos comunes en la lucha contra el imperialismo, por la paz, la democracia y por los derechos juveniles en todo el continente. A Veinte años de existencia del Foro de Sao Paulo, los y las jóvenes seguimos apostándole a un mundo mejor y posible, al alcance de todos y por el bien de todos, como señalaría el prócer cubano José Martí.

La declaración de este importante evento, exhortó a todas las jóvenes generaciones de luchadores del continente a rechazar la agresión imperialista norte americana y su injerencia militar en la región, a continuar apoyando los cambios progresistas que se vienen dando de la mano de los procesos políticos democráticos y revolucionarios que se han ido consolidando en estos últimos  años. Se comprometieron a defender la educación pública, gratuita y con pleno acceso para todos y  luchar por los derechos de los jóvenes. Y exigieron la liberación de los cinco cubanos encarcelados injustamente en Estados Unidos, el cese de la persecución del gobierno chileno contra el pueblo Mapuche, por la solución política negociada al conflicto político, social y armado que vive el pueblo  colombiano y se  condenó el peligro inminente de una guerra nuclear en Irán y Corea del Norte, que provocaría efectos devastadores en todo el mundo, entre otros. Como también se expresó por parte de las  juventudes y organizaciones del II Encuentro de Jóvenes del Foro de Sao Paulo, la solidaridad y el respaldo a los procesos que en el continente luchan por la liberación e independencia y por la realización plena de la libertad.

Así mismo se invitó a participar en el XVII Festival Mundial de la Juventud y los estudiantes a realizarse en Sudáfrica en diciembre próximo, el cual fue convocado y ratificado por la reunión de la Coordinación Regional de la Federación Mundial de la Juventudes Democráticas, que se llevó a cabo  el día 16 de agosto, en las instalaciones del Partido Comunista de Argentina.

De igual manera se convocó al III Encuentro de las Juventudes del Foro de Sao Paulo, que se realizará el próximo año en Managua, Nicaragua, en saludo a la celebración del 50 aniversario de la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Este es un llamado a la unidad y a la lucha, como bien se señalaría en el documento final de este magno encuentro: “con esta declaración  queremos compartir con el mundo nuestra convicción y compromiso de continuar asumiendo el rol de vanguardia, guiados por el ejemplo de nuestros héroes y mártires en su lucha por una Latinoamérica unida en su diversidad y un mundo mejor, que sólo será posible con la construcción del socialismo.”

William Monsalve