jueves, 28 de febrero de 2013

Declaración Política de la I Conferencia del XIV Congreso de la Juventud Comunista Colombiana Regional Hernando González Acosta - Bogotá



La juventud construyendo socialismo,
Forjando una ciudad para la paz y la democracia


VIOTÁ, 17 DE FEBRERO DE 2013


DETENER LA GUERRA, CONSTRUIR LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL


La aplicación de las políticas neoliberales como modelo económico y social del país ha llevado a la población a condiciones sociales de hambre y miseria cada vez más agudas. La reprimarización y financiarización de la economía, ha traído consigo el creciente  despojo violento de las tierras de las y los campesinos e indígenas; la entrega sin límites de los recursos ambientales a las multinacionales, el incremento del  desempleo y la precarización del empleo mismo, el inhumano sistema de seguridad social que sume al pueblo en el negocio de la muerte, entre otros problemas, agravan aun más la precaria situación del pueblo colombiano. Este es el alto costo de las depredadoras locomotoras  de Santos, que se ciernen sobre el territorio nacional a sangre y fuego. La larga noche de guerra y terror de estado debe llegar a su fin. El pueblo está despertando y recobra la memoria que se ha labrado en doscientos años de confrontación y cruentas tragedias de este bicentenario de soledad, que se erigió después de la colosal obra independentista. La obra de la emancipación y la definitiva independencia se ha revitalizado en la lucha social y popular y se apresta a conquistar lo que nos pertenece.   

La restricción de la democracia y la aplicación de nefastas políticas económicas y sociales son y siguen siendo la conducta del régimen político colombiano y  también las causas que caracterizan el prologando  conflicto social, económico, político y armado que vivimos.  La oligarquía colombiana insiste en su política de guerra al pueblo,  combinando formas  y prácticas de represión y persecución de las luchas sociales, mientras entrega nuestras riquezas al gran capital. La salida al conflicto  solo será  posible a través del diálogo y la solución política, esto es, la resolución definitiva de los problemas estructurales de carácter político, económico y social que lo han generado. La lucha por la paz y la consecución de la misma solo será posible si se da un cambio estructural en la política económica y social, si se garantizan las condiciones necesarias y urgentes para un avance democrático en aspectos sociales, culturales, políticos, y económico, mientras se materializan las garantías políticas para proponer y luchar por una sociedad acorde  a las necesidades del pueblo colombiano. Que cese la guerra al pueblo, que cese el genocidio, que cese la violencia estatal contra la democracia.

El inicio de los diálogos entre la insurgencia de las FARC-EP y el gobierno colombiano son una posibilidad de avanzar hacia la construcción de la paz con justicia social, entendida esta como la conquista del pueblo en la materialización y realización de sus exigencias y reivindicaciones sociales, económicas, culturales y políticas que generen las transformaciones que se requieren para el desarrollo de una sociedad justa, soberana, democrática y en paz. La paz no será una concesión graciosa de la oligarquía al pueblo, esta se alcanzará con la  lucha unitaria de las fuerzas sociales, populares, democráticas y revolucionarias, que logren imponer por medio de  la movilización, organización, lucha amplia y plural, los cambios sustanciales en el poder desde el pueblo, como premisa esencial para la paz estable y duradera  a la cual aspiramos todas y todos los colombianos. La paz será una construcción exclusiva del pueblo colombiano, la lucha popular organizada garantizará la generación de procesos de base que ayuden a construir poder popular, solo el pueblo organizado y  movilizado logrará construir una sociedad en paz y con justicia social. Es preciso defender la continuidad  y avance de los diálogos por la paz desarrollados en la Habana, para lo cual es inminente salir a las calles este 9 de abril “por la paz, al democracia y la defensa de lo público”, para exigirle al gobierno que no se levante de la mesa de negociación y que a partir del dialogo se lleguen a acuerdos claros que terminen la confrontación armada. Exigimos el cese bilateral del fuego inmediatamente y que se garantice la más amplia participación del pueblo en el proceso, factores que creemos determinantes para la consecución de tan anhelada paz con justicia social.

JUNTANDO REBELDIAS


Dispersos y dispersas no podremos construir nuestro presente. El difícil contexto de represión estatal y de aumento de las condiciones de hambre y miseria, exigen del pueblo colombiano un mayor nivel de organización y lucha, de unidad y movilización. En el panorama político actual se vienen configurando y fortaleciendo escenarios unitarios de lucha, que son síntesis de las innumerables batallas históricas del pueblo colombiano. Saludamos y nos comprometemos con la construcción del movimiento político y social Marcha Patriótica por la segunda y definitiva independencia, con el Congreso de los Pueblos y con  la Ruta Social Común por la Paz como escenario unitario de estas plataformas y de muchos de los procesos en lucha y resistencia por la paz y la justicia social. Reafirmamos nuestro compromiso con  el fortalecimiento e impulso de estos espacios,  potenciando el desarrollo real de trabajo social, popular y comunitario de base, apostándole a la más amplia unidad.  Juntemos las rebeldías, juntemos todas las luchas  del pueblo colombiano en un Gran Frente Amplio, que posibilite construir nuestro presente, el presente de democracia, justicia social y paz.

Para que los jóvenes tomemos en nuestras manos la construcción del presente y el futuro, proponemos la construcción de un proceso juvenil amplio, convergente y unitario por la paz con justicia social. Dicha necesidad surge de  la urgencia de unificar las luchas y las resistencias del pueblo colombiano para los cambios democráticos que requiere el país. Este proceso unitario será posible en la medida que fortalezcamos todos nuestros procesos de base y desarrollemos acciones políticas de manera conjunta, con el objetivo concreto de construir la paz.


Nuestros esfuerzos unitarios están ligados a la construcción de un gran movimiento juvenil por la paz, que en conjunto con las fuerzas sociales, populares, democráticas y revolucionarias  en resistencia, avancen en la consolidación de las constituyentes populares por la paz con justicia social desde lo local y  regional, para así aportarle a la gran asamblea de constituyentes populares por la paz, como proceso de unidad y convergencia  colectiva del pueblo colombiano. Ligado a esto desarrollaremos en conjunto con todos y todas las jóvenes de Bogotá y el país, la construcción del proceso de las constituyentes juveniles por la paz y el X Festival Nacional de la Juventud, acompañados de un persistente y necesario trabajo social y comunitario desde lo local y territorial con los Diálogos Territoriales por la Paz, que serán a su vez la base material para un proceso real de lucha, organización y resistencia distrital y nacional.

Nuestro presente es de lucha y resistencia, de pelea callejera, de movilización por la paz con justicia social, por la construcción de una ciudad democrática en Bogotá, en la que la lógica capitalista de la ciudad mercancía no sea la que impere. Apostamos a una ciudad en donde prime la condición humana, la construcción y desarrollo de los derechos humanos y la garantía real de las necesidades del pueblo, que frene la aplicación de las atroces políticas neoliberales y la creciente militarización y paramilitarización de los barrios de la ciudad, donde el joven no sea concebido como delincuente, sino que sea factor real de transformación y futuro para la ciudad y el país. El pueblo estará en la calle exigiendo sus derechos y allí estará la JUCO para hacer su aporte y contribución unitaria y combativa al proceso de lucha y movilización por la paz con justicia social.

¡Viva la lucha y unidad del pueblo colombiano!
¡Viva el Partido Comunista Colombiano!
¡Viva la gloriosa y siempre combativa Juventud Comunista Colombiana!

lunes, 18 de febrero de 2013

Joven es y será el Socialismo y Jóvenes siempre serán los que lo edifican




En el camino de las grandes transformaciones que requiere nuestro mundo contemporáneo, la universidad – como espacio de acción y reflexión – es un lugar predilecto para pensar utopías, para el florecer del pensamiento crítico, para involucrarse en la defensa de la alegría como alternativa posible a los poderes constituidos.

En ese sentido, la Universidad Nacional –sus estudiantes, trabajador@s y profesor@s– ha sido históricamente la conciencia crítica de la nación: un bastión de resistencia política y de confrontación a los excesos del poder en Colombia, que ha procurado no abstraerse de la realidad social, no renunciar a la solidaridad activa con las aspiraciones de los sectores sociales y populares que luchan por una sociedad más justa. Es así que, en la actualidad, en una Colombia que adolece de profundas desigualdades sociales, donde los hogares viven presos de la incertidumbre propia de la informalidad y la precariedad laboral y en la cual los niveles de pobreza rural alcanzan a más del 60% de la población campesina, se hace necesario asumir este acumulado histórico.

En esa medida, las y los estudiantes colombianos debemos ponernos a la altura de la situación política. Los diálogos de paz de la Habana, entre las FARC-EP y el Gobierno, constituyen un momento en el camino para abrir nuevos escenarios de participación popular e impulsar cambios democráticos, que terminen con la persecución y el exterminio, y que permitan aclarar la ruta hacia la construcción del socialismo y la integración de Nuestra América. 

La universidad pública es, entonces, para gozársela intensamente, para defenderla, para organizarse y luchar por una educación gratuita y al servicio de los intereses de las amplias mayorías. Sembrar los surcos de la paz con justicia social, blindarla con la más amplia movilización social y popular, es una tarea inmediata del estudiantado y de todo el pueblo colombiano. Hoy queremos, por lo tanto, darles la bienvenida al lugar donde cada día luchamos por avivar el fuego de la esperanza.

¡Unidad en las calles por la esperanza, la paz y el socialismo!
¡No renunciamos ni a la revolución ni a la alegría!

Juventud Comunista Colombiana