jueves, 9 de abril de 2015

MARXISMO Y ACUMULACIÓN ORIGINARIA: UN DEBATE NECESARIO


Marx plantea que para el desarrollo del ciclo de acumulación capitalista, se “presupone el plusvalor, el plusvalor (presupone), la producción capitalista, y ésta la preexistencia de más masas de capital relativamente grandes en manos de los productores de mercancías”[1]. Para este proceso se requiere en principio, una acumulación anterior al ciclo, o sea una acumulación “originaria”[2]. Del cual el mismo Marx indica que es un proceso de su punto de partida, en donde hay un doble proceso, primero de expropiación de los bienes individuales y comunales para convertirlos en capital, la separación forzosa entre las personas y sus medios sociales de producción[3], y la expulsión al mercado de trabajadores que solo cuentan con su mano de obra para vender, este concepto es pues de relevancia incuestionable para la historia del sistema social capitalista, es nada más ni nada menos que la prehistoria del capitalismo. 

Este concepto y la potencia analítica que conlleva ha sido de crucial importancia para el conocimiento de la Historia y el entendimiento del capitalismo, es uno de los pilares del pensamiento histórico marxista ya que da el comienzo del cambio de un modo de producción a otro, el comienzo de la explotación capitalista, el oscuro pasado del capital, el comienzo de la era Industrial, la escisión entre explotadores y explotados. ¿Qué consecuencias ha traído para la Historia el entendimiento de la génesis del capitalismo como un proceso de expropiación y despojo? Y en ese mismo sentido ¿Cuál es la importancia del marxismo para la ciencia histórica? Las preguntas surgen de la necesidad de hacer una justa evaluación de lo que le ha aportado el marxismo a las ciencias sociales, ya que nos encontramos en un proceso constante de desideologización de la ciencia, donde se intenta hacer prevalecer la tecnificación por encima de la reflexión. En segunda medida rescatar y revalorizar categorías que por un lado son muy potentes teóricamente para la construcción social del conocimiento y que a su vez se han enfrentado a un proceso de olvido. En tercer lugar (y es algo que se podría ser tema de otro ensayo) es que esta categoría, que se presenta como propia de un proceso anterior al capitalismo, puede ser una categoría que también nos dé cuenta del proceso actual del movimiento del capital, es decir es un concepto que nos explica un momento histórico y pero a su vez de renovación constante.

Agregado a esto se vive un proceso de cuestionamiento de los axiomas de la teoría marxista de la Historia, es decir El Materialismo Histórico. Sobre todo desde las perspectivas que vienen pregonando el “fin de la historia”, es necesario valorar para el mundo académico el enfoque marxista. Por último, la pregunta surge en parte, por la creencia de que el estudio profundo y comprometido de la Historia, y especialmente la marxista, puede ayudarnos a pensar los problemas del hombre y a construir caminos por la emancipación social.

El trabajo entonces se dividirá en un pequeño recuento del marco teórico marxista, su importancia para la Historia y su desarrollo, así como del concepto de acumulación originaria, el siguiente segmento del trabajo explorará más a fondo las respuestas tentativas al cuestionamiento inicial y se terminará con la síntesis y las reflexiones finales a modo de conclusión. 


El marxismo y la acumulación originaria: Desarrollos entre la Ciencia Histórica y la Política: 

El marxismo, es una teoría que cuya característica principal, así como lo afirma Perry Anderson, es que incluye una concepción autocrítica; “el marxismo es una teoría de la historia que, a la vez, pretende ofrecer una historia de la teoría.”[4] Desde su conceptualización descrita por Marx y Engels, se puede afirmar que los descubrimientos intelectuales aparecen de unas determinadas contradicciones de clase de la sociedad capitalista, como algo originado por el movimiento real de las cosas. Así, el marxismo puede dar cuenta del desarrollo histórico mismo de su teoría, así para la construcción del desarrollo paradigmático, se utilizara la historia del marxismo, desde el mismo método que propone. Entenderemos el método marxista de la historia así como lo afirma Hosbsbawm, que: “se basa en exponer el proceso real de producción y comprender la forma de relación conectada con este modo de producción y creada por él, a saber: la sociedad civil en sus diversas etapas, como base de toda la historia; describirla en su actuación como el estado y también explicar cómo todos los diferentes productor teóricos y formas de conciencia, religión, filosofía, moral, etc.”[5]

La exploración del marco teórico general que se estudiará, se dará por tres textos principalmente, Mapeando el marxismo del profesor Javier Amadeo, La historia de los Hombres de Josep Fontana (específicamente los capítulos de Marx y el Materialismo Histórico y Los marxismos), y Consideraciones sobre el Marxismo Occidental del profesor Perry Anderson. 

La tradición teórica marxista tiene sus pilares en los trabajos de Marx y Engels, Amadeo, distingue el desarrollo del marxismo por generaciones, la primera después de los dos alemanes vendrían siendo –Labriola, Mehring, Kautsky, Plejánov- que venían principalmente de países del medio oriente y tuvieron compromiso en las luchas obreras de sus países. La siguiente generación de teóricos, más influyentes y que se desarrollaron en un ambiente mucho más tenso fueron –Lenin, Luxemburgo, ilferding, Trotsky, Bauer, Preobazhenski, Bujarin-. Las discusiones teóricas que se daban en estas generaciones surgían por la necesidad de explicaciones de las transformaciones del modo de producción capitalista que se habían desarrollado por el capital monopolista y el naciente imperialismo norteamericano. 

Fontana, destaca que la teoría revolucionara y su ligazón a la educación de las masas había generado un proceso histórico de dogmatización del corpus teórico que Marx había desarrollado. La necesidad de expandir la teoría revolucionaria a las masas populares termino en la creación de manuales sobre el socialismo, difundidos por la segunda internacional. Se constituyó por ésta y más razones una teoría dogmática y ortodoxa que no profundizaba en los conceptos propuestos por Marx, a su vez existió una pérdida de la riqueza teórica y analítica del marxismo. En la época el italiano Antonio Gramsci criticara obras como el “ABC del comunismo” y “la teoría del materialismo Histórico” como un simplismo que convertía el marxismo en un reduccionismo sumamente doctrinal.[6]

De este hecho, empiezan a surgir deserciones dentro del modelo dogmático de interpretación socialista de la Rusia soviética, figuras tales como Bujarin, Trotsky o Prokovsky. Fontana, afirma que la concepción marxista-leninista del Stalinismo, se convierte en aquello que Marx y Engels trataron de evitar, en un corpus teórico-filosófico a seguir, donde la ortodoxia era obligada a seguir so riesgo de ser señalado Burgués.

Con la muerte de Stalin en 1953, el cambió de las políticas de investigación en la URSS, el cambio de política doctrinaria (entre otras), se empieza poco a poco a revisar y cuestionar la teoría política hasta ese momento desarrollada en la principal potencia socialista de la época. Pero su huella había calado en el Marxismo a nivel mundial, hasta autores desprendidos de la corriente soviética marxista, como por ejemplo Althusser, el cual en su obra defendió la parte más dogmática del marxismo, convirtiéndolo en un estructuralismo hermético y anti-dialéctico como forma de entender y estudiar la realidad histórica. Aquí es donde el historiador español Fontana, distingue entre dos concepciones marxista, la dogmática y la renovadora, esta última donde se encontraban autores como Lukacs, Kosch, Gramsci y Benjamin, quienes resistieron los embates de la línea marxista de la internacional y dieron respiros en cuanto a innovación temática y teórica de los problemas del Marxismo.

Por el contrario Anderson, afirma que en el pensamiento marxista Europeo, hubo un cambio, que fue de alguna manera negativo con estos nuevos autores heterodoxos: el abandono de las estructuras económicas o políticas como puntos de interés de la teoría. Se cambió el centro de gravedad del marxismo, que se desplaza hacia la filosofía, literatura, la cultura, etc. Además empezó a darse el divorcio entre la teoría y la práctica revolucionaria que buscaba dentro del marxismo entender también desde la experiencia el movimiento real de la práctica, esto de alguna manera significo también el desplazamiento de la crítica hacia el eje de la tensión de la cultura burguesa contemporánea. Pone de ejemplos a los mismos autores, Korsch, Lukacs, Sartre, Althusser, Benjamin, Adorno y Horkheimer. Y efectivamente ve que estos intelectuales que contaban con una gran potencia intelectual se desligaron a su vez de las luchas políticas del partido, dejando a un lado el trabajo político de las masas.

Posteriormente, la caída del muro del Berlín para el Marxismo significó primero, el derrumbe del proyecto político emancipador más importante realizado por las clases populares que se reconocían en el marxismo como paradigma de conocimiento y de transformación social. Segundo, la perdida de muchos ideólogos importantes teóricamente, que al ver el colapso del socialismo realmente existente, abandonaron el proyecto político emancipador por corrientes que no llevaban el sello de la crítica a la economía política. Cómo lo dice el profesor Julio Quiñones: pasaron de la política, de la lucha por la emancipación humana en general a lo postpolítico donde se trata de cambiar el mundo sin tomar el poder, donde cualquier muestra de desacuerdo con el sistema es elevada a la categoría de “lucha emancipatoria”[7], precisamente porque muchos de ellos eran profesores universitarios que no vivían en carne propia la necesidad de una propuesta alternativa de sociedad, o asumían sus conocimientos como un dogma o verdad absoluta el cual no contaba con contradicciones, retrocesos, límites o desfases con la realidad. Por último se dio el avance hegemónico en el campo académico de las corrientes que propugnaban el “fin de la historia”, con la expansión de la democracia liberal y el libre mercado en los años 90, perdiéndose terreno así en el plano de la lucha ideológica.

Ya a principios del milenio, Hobsbawm distinguía que existe una gran influencia de Marx dentro de los historiadores y pensadores Europeos, el mundo académico después de ese “shock” del colapso de la URSS entendió que la crítica marxista al capitalismo seguía siendo vigente y necesaria. De aquí que en parte haya, después de una negación y olvido de Marx y la teoría marxista, un retorno a pensamientos críticos. Hoy el marxismo es plural, existen varias interpretaciones, corrientes y vertientes que necesariamente deben entrar en diálogo, la herencia de los años 30 del siglo pasado fue desechada, ya no es aceptable de hablar de una interceptación última. El historiador inglés agregaba que no tiene nada de malo, ya que ayuda a construir un diálogo al servicio de la ciencia. El problema es que cuando no hay un método en común para construir la Historia no se obtienen opiniones enfrentadas y es menos fructífero el diálogo.[8]


La Acumulación Primitiva.

En este panorama vemos que frente al concepto de acumulación primitiva, así como lo afirma De Angelis, que es una idea que está en el vocabulario de gran parte de los académicos marxistas, pero no se ha dado un debate teórico al rededor del mismo, poco se ha explorado, a excepción de los avances propuestos por Harvey quien toma este concepto y lo contextualiza a la forma “acumulación por desposesión”.

Dentro de la literatura se pueden identificar dos marcos centrales. El primero es el estudio de Lenin, el desarrollo del capitalismo en Rusia (1899). Este daba énfasis en cómo se pasaba de un modo de producción a otro, por eso daba predominancia a la separación de las personas y sus medios de producción durante el período de transición. Lenin veía que la expropiación de los campesinos era condición necesaria para el mercado en Rusia, lo veía como inevitable, pero de alguna manera positivo, aunque señalaba cuales eran las contradicciones en estas. 

La segunda perspectiva es la de Rosa Luxemburgo que, aunque acepta que la acumulación primitiva es un momento único que da origen al capitalismo, va en otra dirección a la de Lenin, al señalar que los esquemas de la reproducción ampliada que comenta Marx constituyen una representación matemática de las condiciones para la acumulación que solo tienen validez en el caso de que existan dos clases sociales. Agrega a esto que deben haber terceros en el proceso de acumulación para convertirse en compradores de mercancía. La imposición de las relaciones sociales de producción capitalista producen necesariamente plusvalía, pero a su vez estas, se topan con formas de producción no capitalistas, siendo estas últimas una resistencia un límite que debe ser vencido para el capital. Entonces este recurre a la violencia entendida en un sentido ampliado para integrarlas a su proceso de circulación. Aquí es importante rescatar una tesis que deviene de este planteamiento y es que “el prerrequisito extraeconómico para la producción capitalista es un elemento inherente y continuo de las sociedades modernas, y su campo de acción se extiende al mundo entero.”[9]

Como en el caso de Lenin, tampoco para Luxemburgo la resistencia y la lucha son elementos constitutivos de la acumulación primitiva, sino un posible –aunque importante- subproducto. Hay dos autores que concuerdan, aunque desde puntos distintos acerca de la concepción de acumulación primitiva como un momento histórico y específico, Dobb y Sweezy quienes lo ven como el momento del mercantilismo. Samir Amin, tiene una perspectiva más cercana a la de Luxemburgo, quien lo ve como un proceso inherente y continuo, que se da a través de la transferencia de valor dentro de la economía entre el “centro” y la “periferia”:

“Cada vez que el modo de producción capitalista entra en relación con modos de producción precapitalistas a los que somete, se producen transferencias de valor de los últimos hacia el primero, de acuerdo con los mecanismos de la acumulación primitiva. Estos mecanismos no se ubican, entonces, sólo en la prehistoria del capitalismo; son también contemporáneos.”[10]

Otra perspectiva podría ser la de Wallerstein en su concepción de sistema-mundo, que tiene un carácter continuo de la acumulación primitiva en esta armazón se acentúa en los mecanismos de la acumulación y circulación del capital. Vemos entonces como se reactiva la categoría por medio de estos nuevos autores que hacen estudios sobre el capitalismo desde una perspectiva histórica, pero no desde el estudio propio de la Historia.


A MANERA DE CONCLUSIÓN.

Frente a los dos cuestionamientos señalados al principio habría que señalar que, el marxismo como teoría en la competencia ideológica con otras corrientes políticas e ideológicas, fomenta un debate dentro de la Historia que potencia su riqueza analítica y teórica. Su importancia radica en ser algo fuera dentro de la Hegemonía. Y en ese sentido abre nuevos campos de estudios alternativos, dejando perspectivas metodológicas y teóricas innovadoras para la Historia. Su ligazón con el movimiento popular ha permitido dar voz e identidad a la clase explotada, vemos al respecto los estudios por ejemplo de Edward Thompson en la formación de la clase obrera en Inglaterra o la Historia del Siglo XX de Eric Hobsbawm, que queda como la mejor obra de Historia de ese período de tiempo con una mirada desde abajo.

No hay que perder de vista la afirmación de Lenin de que sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario Perry Anderson también dice que Lenin señalaba con el mismo acento que “Una acertada teoría revolucionaria (…) sólo se forma de manera definitiva en estrecha conexión con la experiencia práctica de un movimiento verdaderamente de masas y verdaderamente revolucionario.”[11]En ese sentido hemos visto como la desligazón con la teoría, y el estudio por el estudio del Marxismo desde las élites intelectuales, puede cambiar el nucleo de la investigación de la economía política. Hay que volver a la investigación y el estudio desde y para las clases si se desea hacer un análisis que se pueda considerar realmente marxista. 

En cuanto al concepto de acumulación originaria o primitiva vemos como se ha dado un debate Lenin-Rosa Luxemburgo que ha abierto perspectivas a un nuevo mundo de posibilidades de estudiar la Historia del capitalismo que ha sido seguida por tradiciones lastimosamente no Históricas, sino más desde la Geografía crítica o desde la Economía Política.

En lo que refiere al concepto y su importancia para la ciencia histórica, la escisión entre personas y medios de producción, no solo ayuda a ver que es un momento inicial pero recreador y vital del capitalismo. En ese sentido pone horizontes también para la centralidad política de su estudio, cualquier alternativa al capitalismo, debe tener como principio el acceso directo de los medios de producción de la existencia, de forma comunitaria y social. Reformular el concepto de la acumulación primitiva no nos puede llevar a ver el proceso como “un mal necesario”, con una visión teleológica de la Historia, sino por el contrario debe abrir, perspectivas de encontrar caminos diferentes al “capitalismo” que nace chorreando sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies.

El concepto de acumulación originaria dentro de la historia ha sido un campo que poco se ha explorado, hasta los adversarios académicos como Dobb y Sweezy llegan a consenso sobre la forma de entender el tema, dando cuenta de la poca centralidad con la que ha contado el tema. Se ha empezado a retomar el término en ciertos espacios académicos, principalmente de la geografía crítica, gracias a la revalorización que se da desde Autores como Samir Amin, David Harvey y Wallerstein. Luego hay una deuda pendiente de la Historia para ampliar el concepto y ponerlo en el ojo de los estudios históricos concretos, tanto en los países centrales, (Marx ya ha dejado rastros en su capítulo XXIV del Capital sobre el proceso que se lleva en Inglaterra) como en los periféricos y su interrelación.



Bibliografía:

· Anderson, Perry. Consideraciones sobre el Marxismo Occidental. Siglo XXI Editores. 1979
· Amin, Samir. 1975. La acumulación en escala mundial. Buenos Aires: Siglo XXI.
· Brum, Gabriel. EL problema de la “acumulación originaria.” Tomado de: http://www.uca.edu.sv/boletines/upload_w/file/boletines/4fa7fcaec4a99elproblemadelaacumulacion.pdf Consultado, el 03/05/14. 
· Fontana, Joseph. La historia de los hombres. Barcelona, Crítica, 2001. Pp. 1-13
· Hobsbawm, Eric J., Sobre la Historia, Barcelona, Crítica, 1998.
· Marx, C. El capital. Crítica de la Economía Política. FCE, México, 1973. Tomo 1.
· Marx, C. Grundrisse. OME 21, Crítica Grijalbo, México, 1977
· Quiñones Julio ¿ Antipolítica, pospolítica o política? Reactivar a Lenin. Ponencia presentada en el Seminario Marx Vive Universidad Nacional de Colombia. 2014


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[1] Marx, Karl. El capital. Crítica a la economía política. Libro primero, Tercer tomo.1988. Siglo XXI editores. México. Pág. 891 
[2] Ibídem. 
[3] De angelis, Massimo. Marx y la acumulación primitiva: el carácter continuo de los “cercamientos” Capitalistas Traducción al español por Claudia Composto. Tomado de: http://investigacion.politicas.unam.mx/teoriasociologicaparatodos/pdf/Tradici%F3n/Massimo%20De%20Angelis%20-%20Marx%20y%20la%20acumulaci%F3n%20primitiva.pdf Consultado el 20-06-2014 
[4] Perry Anderson en Amadeo, Javier; González, Sabrina en Boron, Atitlio A.; La teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas. Colección Campus Virtual, CLACSO, Buenos Aires, Argentina. 2006. ISBN: 987-1183-52-6 Disponible en la web: http://bibliotecavirutal.clacso.org.ar/ar/libros/campus/marxis/marxis.pdf COnsultado el 10-05-14
[5] Hobsbawm, Eric J., Sobre la Historia, Barcelona, Crítica, 1998. Cap. 11 
[6] Fontana, Joseph. La historia de los hombres. Barcelona, Crítica, 2001. Cap. 10 
[7] Quiñones Julio ¿ Antipolítica, pospolítica o política? Reactivar a Lenin. Ponencia presentada en el Seminario Marx Vive Universidad Nacional de Colombia. 2014 
[8] Hobsbawm. Op. Cit. Cap. 11 
[9] De Angelis, Op. Cit. Pág. 4 
[10] Amin, Samir. 1975. La acumulación en escala mundial. Buenos Aires: Siglo XXI. Pág. 11 
[11] Anderson, Perry. Consideraciones sobre el Marxismo Occidental. Siglo XXI Editores. 1979 Pág. 130

sábado, 17 de mayo de 2014

¿CUÁL BASURA?

Hace poco tiempo se restituyó al Alcalde Mayor de Bogotá, todo esto dentro de un ambiente de tecnicismos jurídicos justificando una decisión evidentemente política. Como sabemos, la causa desencadenante de la destitución fue el haber querido establecer otro modelo de manejo de basuras en el distrito, un modelo que entre otras cosas buscaba establecer el reciclaje como forma de reducir el impacto ambiental de los rellenos sanitarios por vía de su uso eficiente [1]. Mientras el gobierno distrital buscaba soluciones de este estilo, los operadores de recolección de basuras buscaban una licitación para abrir otro relleno sanitario para la ciudad dado que a Doña Juana le quedaba poca vida útil [2], querían que los dejaran hacer otra mancha de lona verde entre los paisajes de los alrededores bogotanos que al cabo de los años quedaría como un cementerio de desechos compactos abandonado y exponiendo a riesgos de explosión, filtración de lixiviados, derrumbe y daño ambiental a estos lugares y a sus habitantes.


Los operadores privados quizás hubieran querido optimizar el esquema de basuras incorporando el reciclaje con la inclusión de la empresa de manillas recicladas de los hijos de Uribe y eliminar infraestructuras costosas como las plantas de biogas y tratamiento de lixiviados para hacer un esquema más rentable y por ende mejor (para ellos). El buen servicio para ellos consiste en llevarse las basuras del lado de los conjuntos para llevarlas hacia los lugares en donde muchos se ven obligados a vivir por el alto costo de los arriendos, servicios y demás; cobrar una tarifa que no estimule a ningún usuario a dejar de tirar todo en un mismo cuenco ni a reducir su consumo o reemplazar los productos que generen más desechos no recuperables, tampoco a dejar de desperdiciar la comida por la que muchos tenemos que soportar los precios que nos pongan los especuladores de las plazas de abasto y mercados de barrio mientras se quejan de que los recicladores les dañan el aspecto de sus calles y su ilusión de seguridad al aparecer en sus andenes para desparramar la basura que tanto trabajo les costó botar en una bolsa y reunir materiales que a nadie le importan.

Es más probable que los operadores privados quieran quedarse con el monopolio sobre algunos materiales que no requieran mucho esfuerzo para ser separados del resto de la basura, como las aleaciones ferrosas, pues les duele que haya gente que se pueda ganar la vida separando estos y otros materiales de entre la basura sin lucrar de algún modo a estos nobles empresarios. Separar sólo una pequeña parte de los residuos reciclables (aproximadamente el 40% de los desechos bogotanos son reciclables y los recicladores recuperan una cuarta parte de estos [3]) para enterrar el resto esperando a que los dejen rellenar media Bogotá con basura que hubiera podido servir para algo más.

Propuestas de manejo ecológico de la basura existen y van más allá de lo que pudo implementar o proponer Gustavo Petro, el único problema de estas es que implican gran inversión inicial y no son rentables para algún avariento capitalista a pesar de ser muchísimo menos dañinas para el ambiente, reducir los costos en insumos de muchas industrias, entre ellos el petróleo, y tener la capacidad para emplear bastante mano de obra calificada y no calificada. En lo que sigue me referiré a algunas de estas propuestas que los dueños de la basura desprecian para quedarse con la venta de “bonos verdes” a los embaucadores bursátiles [4], también a alguna falla del actual modelo de manejo de basuras.

La primera claridad a tener en cuenta en este tema es que la basura es una mezcla de desechos no clasificados, por lo tanto un manejo eficiente de desechos requiere procesos separados para cada tipo. Es necesario también tener claro que los desechos orgánicos también se dividen según su origen y son en gran parte aprovechables y que la quema de estos libera a la atmósfera cantidades similares de dióxido de carbono que su descomposición completa. Como última aclaración pongo el que muchas empresas fabrican sus productos de manera que sea muy difícil el reciclaje de sus componentes y generen grandes cantidades de basura como forma de incentivar la compra de materias primas “nuevas”, es el caso del tetrapack, icopor en embalajes, cartón plastificado y envases no retornables.

El manejo de desechos orgánicos en principio se podría dividir en el manejo de residuos sanitarios (no incluyo aquí las aguas cloacales) y en el de alimenticios. Los residuos sanitarios por su alto riesgo de transmisión de enfermedades deben ser quemados en hornos de doble combustión (o cualquier sistema que los incinere entre 700°C y 1000°C, temperatura aproximada a la que se destruye cualquier materia orgánica, y también descomponga potenciales gases tóxicos producto de la quema incompleta sin liberar metales pesados al aire), también debería revisarse la posibilidad de usar jeringas y agujas de materiales resistentes a las temperaturas de estos hornos. El mal manejo de estos residuos actualmente llega hasta la venta de los mismos para su reutilización [5]. Los residuos alimenticios pueden ser procesados por cerdos (con los que se puede producir carne) para que estos absorban el contenido de sal de dichos residuos, las heces de estos animales pasarían junto a las humanas y otros desechos biodegradables de bajo riesgo biológico a plantas biodigestoras capaces de generar gas y de contener estas materias por tiempo suficiente como para matar cualquier parásito potencial y luego de este tiempo enviar este material como abono, fertilizante completamente biológico que no va a generar problemas de salinización y pérdida de fertilidad en los suelos y nos evitaría la importación de fertilizantes sintéticos.

Con sistemas tan básicos de separación como el de las bolsas blanca y negra es posible poner en funcionamiento plantas de separación de materiales a nivel industrial, con bajos costos de operación y bajo riesgo para sus operarios. De estas plantas se obtendrían materiales que no necesitarían más que un leve tratamiento (lavado, fundición en lingotes, trituración, etc) para servir como insumos industriales. Los desechos que entren a las plantas se pueden separar de forma manual en varias etapas, luego pasar en caso de ser necesario a procesos más complejos de separación y finalmente ser tratados para su reutilización industrial. La única dificultad para este sistema es que la separación de residuos desde las casas se haga a conciencia, lo cual puede lograrse con elevación de tarifas a los conjuntos o barrios que no lo hagan al nivel requerido y esto podría controlarse con inspecciones periódicas de los desechos recogidos y explicaciones detalladas sobre el método de separación, todo con el fin de ganarle a la mala voluntad de la gente respecto a algo tan simple. 

Con esto es posible incluso la desaparición de los rellenos sanitarios pues el aprovechamiento de los desechos residenciales sería prácticamente completo, los rellenos sanitarios podrían servir, aún como están, como fuente de materias primas (algunas incluso de alto costo como el cobre y aluminio) a pesar de que el tratamiento de estas basuras compactas no pueda ser tan eficiente como el expuesto en los pasados párrafos. A esto se debe agregar una serie de políticas ambientales más estrictas hacia las industrias que funcionan dentro de nuestro país, como Drummond, Pacific Rubiales, Anglo Gold Ashanti, Unión Matoso y otras. Dentro de todo el mayor impedimento para implementar políticas ambientales e industriales como éstas (otras podrían ser el reciclaje de aguas y potabilización completa de aguas servidas) es que el Estado colombiano sea tan laxo en el aspecto ambiental, es la falta de una administración nacional preocupada por la vida digna de sus ciudadanos, por la preservación y sostenibilidad ambiental, por el desarrollo industrial y la soberanía, que no sirva como una fábrica de leyes a la medida de los monopolistas, terratenientes y demás oligarcas; en otras palabras es la falta de un Estado socialista.

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lunes, 12 de mayo de 2014

LA COTIDIANIDAD DEL OLVIDO Y EL FESTEJO COMERCIALIZADO


Una tarjeta impresa no significa más que se es demasiado indolente para escribirle de puño y letra a la mujer que ha hecho por uno más que nadie en el mundo.
Anna Jarvis


Los pintorescos regalos, las decenas de flores, las  tarjetas, los miles de mensajes, y los centros comerciales y restaurantes atestados de una multitud desesperada, con un solo mensaje: “feliz día de la madre” hacen parte de la cotidianidad de un domingo. Cada año, el segundo domingo de mayo (en el caso de Colombia), se repite esa cotidianidad del olvido, hipócrita y consumista. Una repetición constante que ha llevado a la monotonía de un festejo individualizado y unas formas sociales de control y desesperanzas.  

La cotidianidad de la celebración de un día en especifico, en ocasiones ha lleva a un carácter acrítico de la sociedad. El festejo, que ha sido orquestado por los degradantes medios masivos de “información” y todo el marco empresarial y comercial del capital, no puede ser cuestionado y él o la que no lo celebre será visto como un inconsiderado o un individuo sin sentimientos morales. Hacer la pregunta: “¿Por qué se celebra el día de la madre?”, es incómodo y en ocasiones ofensiva. Pero si se pregunta: “¿Qué le regalaste a tú mamá? ¿La invitaste almorzar o comer? ¿Le llevaste flores?”, son normales y permiten mantener esa cotidianidad y reproducción social del consumo y el desprecio por aquellos o aquellas que no hacen lo mismo.

¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: 'No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia'. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice '¡Desarma! ¡Desarma!' La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales.
Julia Ward Howe, Proclama del día de las madres- 1870
 

Julia Ward (1819-1910) madre de cinco hijos, activista, religiosa  y defensora de los derechos de las mujeres, comenzó su lucha después de haberse casado con Samuel Gridley Howe, quien la sometió a las normas impuestas de la cotidianidad de una mujer casada. Sin poder salir de su casa, sin tener la oportunidad de decidir sobre su vida, y demás  lógicas de humillación de una mujer casada, buscó su independencia pero sin éxito. Pero, sólo fue después de que su esposo muriera y Julia Ward  escribiría en su diario: “Inicio hoy mi nueva vida”1, para comenzar un camino de lucha incansable a favor de los derechos de las mujeres y la importancia del papel de las madres en la sociedad. Muere en 1910, dejando varios obras y poemas que le permitirán ser reconocida hasta el punto que en su funeral asistieran cuatro mil personas.

Durante la misma época de Julia Ward, vivió otra mujer llamada Ana María Jarvis (1832- 9 de mayo 1905) quien fue una promotora de la salud y la seguridad social de las mujeres trabajadores. Realizando labores médicas en el marco de la guerra civil norteamericana, atendiendo a los heridos del conflicto sin importar de qué bando eran. Ana María Jarvis tuvo una hija, quien llevaría el mismo nombre y quien comenzaría a proponer un Día de las Madres. Ana Jarvis (hija) iniciaría una gran campaña para conmemorar el arduo trabajo que realizo su madre junto a varias mujeres, llegando  a ser acogido por grandes sectores sociales, hasta el punto, que el presidente de norteamericano Woodrow Wilson declara a partir de una resolución el Día de la Madre en el año 1914.

Después de la declaración del presidente Wilson, Ana Jarvis (hija) rechazo las motivaciones que se dieron para que el presidente declarara el Día de la Madre. La tendencia generalizadora de comercialización y pérdida del verdadero carácter de la festividad, obligo a Ana Jarvis (hija) ha realizar una campaña en contra de las celebraciones comerciales del día de la madre y mostrar el carácter ilegítimo del proceso que realizo el presidente Wilson. Esto le genero varios problemas, hasta ser arrestada por las manifestaciones que realizaba.

El Día de las Madres ha sido arrebatado por las lógicas del mercado. Aparentando ser un día de alegría, durante años ha escondido una realidad y ha promovido la repetición y aceptación de la humillación hacia las mujeres y sobre todo a las madres.

La declaración del presidente norteamericado Wilson del Día de la Madre, es el punto inicial de la individualización de la festividad. El simple hecho nominal  de decir el “Día de la Madre” y no el “Día de las Madres”, es el quiebre al verdadero carácter que Ana Jarvis (hija) intentaba conmemorar. La labor realizada por la madre de Ana Jarvis, y muchas mujeres, también madres, en el marco de una guerra, se pierde en la cotidianidad de los miles de regalos y rosas que se entregan en la actualidad. La individualización de la festividad genera el olvido, debido a la lógica en que se celebra o festeja. Las familias solo se reúnen y entregan un objeto a la madre intentando convertir ese día en algo especial. Las madres por su gran aprecio a sus hijos e hijas aceptan si vacilación su regalo y vuelven a la cotidianidad de sus vidas. Al decir solo el “Día de la Madre” se promueve la aceptación hipócrita de la vida privada que se le ha impuesto a muchas mujeres casadas y madres solas que ha tenido que salir adelante sin la ayuda de nadie. Esa celebración, permite que exista un control de la sociedad para que consuma productos específicos y desarrolle ciertas actividades, que le digan a la madre que todo está bien y que no es necesario cambiar nada.

El festejo comercial del “Día de la Madre” se debe acabar, para volver a conmemorar un verdadero “Día de las Madres”. No seguir festejando un día que ha sido importado desde Estados Unidos e impuesto desde el mercado es poner en cuestión aquellas formas sociales que han sometido a mujeres casadas y madres, es mostrar la realidad de millones de madres solitarias que han sido oprimidas, es mostrar la tristeza y humillación de miles de jóvenes y niñas que se han convertido en madres sin quererlo. Promover una manera distinta de conmemorar o felicitar a las Madres, es una forma de liberación y lucha por una sociedad distinta que no repita las lógicas machistas y de represión. 
 
En el contexto colombiano se hace aun más necesario. Si se considera el verdadero carácter del día de las madres, dado por la labor que realizo Ana María Jarvis en la época de la guerra civil norteamericana, y recordando las duras palabras de Julia Ward Howe, le podría aportar a la paz de Colombia. El degradante conflicto armado y social necesita reconocer los grandes impactos que ha generado hacia la sociedad y que las madres han tendido que asumir. Las madres colombianas están cansadas de parir hijos para la guerra; de tener que enterrar a sus hijos e hijas; de ser obligas y violadas por sus esposos; de mantener una cotidianidad de sometimiento y poco reconocida. Es hora de proponer otro día para las madres, ya que el segundo domingo de mayo es la expresión concreta de una la cotidianidad del olvido y un festejo comercializado.

J.F.
Centro Norma Patricia Galeano



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sábado, 3 de mayo de 2014

SUEÑO DESPIERTO

Este es un sueño que no me lo entrega nadie

Que somos ambiciosos. Y sí, es que lo queremos todo. En este sueño lo apostamos todo: todo para todos. Un sueño que no cabe en una caja, que no entra. ¡Ah, sueño inmenso este el de la revolución! Nos vamos enterando que este sueño no se entrega, se abraza, se va andando. Que somos quienes se han entregado.

un sueño del que somos dueños y diseño con mis iguales  

Que soñamos en los otros. Que anhelamos en las manos trabajadoras, en las que aran la tierra, en las que abrazan, en las que empiezan con el amanecer. Esas manos pesadas, ejercitadas a punta de alimentar este país; manos curtidas, cicatrizadas con el tiempo y con la vida. Esas manos rudas que levantan esta tierra nuestra, que son testigo de la historia. Un sueño que es en esas manos, que es en nosotros, y este ser nosotros que tiene sentido siendo en los otros. Y lo vamos construyendo, lo vamos viviendo, nos hacemos un plural uno para caminar hacia la revolución.

es que mis sueños me abre los ojos y me despierta

Y no se extingue. El fuego permanece vivo, se alimenta con el aliento de un pueblo dueño de sí. No se apaga. Y quemará. Quien lo sueña, lo vive. Crecemos en nuestro deber histórico y nos haremos dueños del destino, habremos escrito la historia ya no con la sangre que se derrama en cuchillo ajeno, la escribiremos con el rostro levantado, digno. Escribimos hoy porque despertamos soñando.

Es mi linterna en esta caverna negra
y puedo ver más allá de la mierda que dicen los que gobiernan,
me recuerda que esta realidad no es inmutable,
pues todo lo sólido se desvanece en el aire.

Y por eso hoy no cito a los grandes pensadores. Hoy no apelo a metáforas y epítetos de los grandes poetas, cuyo nombre precede sus palabras.  Hago mías las palabras de mi poeta favorito, de un rapero revolucionario ejemplar. Hago mía la lírica de un hermano, de quien sabe que no hace rap para el pueblo sino es el pueblo mismo haciendo rap. Y entonces compartimos un sueño y compartimos la Abya Yala. Vivimos el sueño. Yo los llamo a soñar despiertos para no vivir dormidos.

Soñar Despierto

Portavoz

PRIMERO DE MAYO REVOLUCIONARIO